Una mano que con un pincel sobre una hoja en blanco

Ya sé que suena contradictorio meter «avanzada» y «Dummies» en el mismo título. Pero es que esta es una meditación fácil de entender pero difícil de ejecutar, que puedes usar a diario y en situaciones tan variadas como puedas imaginar. Los beneficios superarán tus expectativas y haremos de tu mente un arma tremendamente poderosa. ¿Te animas a probar?

Antes de empezar el ejercicio necesito que recuerdes una situación de tu vida que te gustaría revivir; una en la que te hayas sentido especialmente bien y que tengas fresca en la memoria; bien grabada en ese potente disco duro que es tu cerebro.

Podría ser una situación relajante, alegre, emocionante… Una situación en la que te sentías a tope de confianza, de seguridad, de amor o de fuerza. Vamos a evitar situaciones de estrés, duda, debilidad, dolor… Quiero que te centres en aspectos positivos de tu vida.

Tómate tu tiempo para elegir bien ese momento al que quieres acudir antes de seguir leyendo en qué consiste el ejercicio.

Podría ser el día de tu boda, el nacimiento de tu hija, el día que conociste a tu persona especial, el día que te graduaste o cuando te ofrecieron el trabajo de tus sueños...

Un partido en el que brillaste especialmente o una actuación en público inolvidable llena de aplausos. Lo importante es que la puedas recordar lo mejor posible. Tampoco se trata de que busques el momento más importante de tu vida; podría ser incluso una sonrisa de alguien por la calle o unas flores que olían especialmente bien. 

¿Ya la tienes? Seguro que ya estás experimentando algunas sensaciones a medida que has ido repasando situaciones de tu vida en busca de este momento.

Ahora quiero que leas el resto del artículo para entender el ejercicio de meditación que te propongo; es muy sencillo así que lo que vas a entender a la primera para poder realizarlo siempre que quieras y cuando te apetezca. Te recomendaría que lo hicieras en un lugar tranquilo y con unos minutos libres por delante de modo que nadie te interrumpa mientras tu mente se pone a juguetear.

Busca tu posición de meditación habitual en la que sientas gran comodidad; si no estás acostumbrad@ a este tipo de ejercicio simplemente un sillón confortable o un sitio mullido donde tumbarte servirán a tu propósito perfectamente. No te lances a hacer el loto y te partas las piernas... Ya sabes.

meditando en la playa

El ejercicio en sí mismo

Vas a empezar la meditación con una respiración profunda y larga, tratando de ampliar tu capacidad pulmonar durante unos segundos, respira muy largo varias veces y suelta el aire lentamente.

Seguidamente puedes volver a una respiración más normal notando que tus pulmones se sienten cómodos yendo a velocidad de crucero.

Intenta llegar a un estado de relajación muscular dejando que la mandíbula se relaje y poco a poco llevando esta relajación de arriba a abajo a todos los músculos del cuerpo.

Cuando sientas que estás en ese estado de relajación física en el que el ritmo cardíaco ha descendido y te sientas a gusto, quiero que vuelvas a centrarte en tu respiración y trates de ver ante ti un espacio en blanco.

Poco a poco y de forma rítmica quiero que vayas visualizando de forma asociada, en primera persona, los elementos que forman una imagen estática de la situación que has decidido recordar para este ejercicio, como si fuera una fotografía que tomas tú, en la que no te puedes ver a ti mismo pero sí todo lo que te rodea.

Poco a poco vas visualizando tus manos, y vas rellenando el espacio en blanco de menos a más, vas viendo a las personas o cosas que te rodean, las que interactúan contigo, las que están más cerca. Intenta ver su ropa, sus gestos, sus formas cada vez más definidas.

Cuando sientas que ya ves con claridad lo que tienes más cerca intenta rellenar los espacios que se encuentran más lejos de ti en esta foto estática; los fondos, las personas que están en la distancia, los objetos que te rodean, las formas de los edificios o de la naturaleza, siente como poco a poco la foto se va volviendo más completa.

Una vez tengas definida esta imagen quiero que empieces a centrarte en las sensaciones: empieza por los olores que percibías, los posibles sonidos que lleguen a tu mente, el contacto con las personas o los objetos que puedas sostener en la mano, el contacto con tu ropa, la sensación de frío o calor, el viento, el sudor…

Ahora quiero que vuelvas a centrarte en el aspecto visual y llenes esa fotografía estática que has ido creando con colores vivos, trata de enfocar bien la imagen y de ampliarla hasta llenar por completo tu campo visual como si fuese una panorámica que te envuelve, como si llevaras unas gafas de realidad virtual. Satura los colores y dale brillo, hazla más intensa.

 

Siente como, a medida que le vas aumentando el brillo, la sensación que te evoca se vuelve cada vez más real, empápate de la escena y cuando estés preparad@ dale al botón de play y siente, a cámara lenta, durante unos segundos cómo todo cobra vida. Serán solo unos segundos a cámara lenta, un instante en movimiento de un momento muy concreto, será un movimiento muy lento de tal manera que podrás intentar llenarlo de nuevo con las sensaciones de tacto, olfato y oído que has ido recopilando justo antes de darle al play. Cuanto más lento percibas el movimiento más definida será la imagen y más nítidas las sensaciones.

El tiempo que seas capaz de mantener esta secuencia en tu mente dependerá de cada persona. No debes forzarlo, si ves que la secuencia se escapa o que tu mente vuelve a otros pensamientos déjala ir, no te preocupes, no quieras forzar la situación; simplemente vuelve a tu respiración, relájate y poco a poco vuelve a la realidad, abre los ojos despacio y tómate tu tiempo antes de incorporarte. Da por terminado el ejercicio, no importa cuánto tiempo hayas estado ni cuanta nitidez hayas conseguido en esta aproximación.

Espero que haya sido una bonita experiencia.

viendo una pantalla de cine

Conclusiones

Este ejercicio la primera vez que lo hagas será complicado, especialmente si tu mente está sin adiestrar. Tu cerebro se rebelará ante la dura prueba que tiene ante sí. Parece un ejercicio muy sencillo, y lo es, pero para una mente sin entrenamiento será una dura prueba y probablemente también un tormento. 

Te recomiendo que elijas una escena sencilla para empezar. No te vayas a un estadio de fútbol lleno si no más bien a un espacio pequeño.

Prueba a realizarla durante unos minutos al día y verás que cada vez te será más sencillo llegar a conseguir nitidez, foco y sensaciones a la escena que has elegido revivir.

Si tu mente te echa a patadas de la meditación considéralo una evidencia de que aún tienes mucho camino que recorrer; no olvides que el cerebro no es más que otro músculo del cuerpo que hay que ejercitar para que nos de lo mejor de sí mismo al igual que lo haces con los músculos de las piernas cuando corres.

Lo bueno de este ejercicio es que puedes elegir un lugar o un momento al que te guste acudir; de esa manera le daremos un aliciente a la mente para que quiera volver a intentarlo y un objetivo claro al que llegar; una meta definida. Verás que cada vez que lo realizas conseguirás llegar de forma más vívida y más rápida a donde antes apenas eras capaz.

Otra de las cosas buenas de este ejercicio es que, aunque tengas un nivel de meditación muy alto, puedes ajustar la escena para que dure más, abarque más o sea más nítida, de modo que siempre puedas poner a prueba a tu mente, y en caso de que no sea suficiente puedes elegir una nueva escena más compleja o cambiar el momento en cada nueva tentativa.

En caso de tener un nivel muy bajo y verte sobrepasado por la escena puedes bajar el listón a algo más sencillo como contemplar una flor, un beso a una persona querida en una pequeña habitación… Simplifica todo lo que quieras hasta sentirte a gusto.

A medida que practiques, si es posible diariamente, notarás una quietud mental pasados diez días; tus pensamientos satélites disminuirán y tu mente estará más centrada en el ahora. Pasados 21 días tu mente trabajará con más capacidad y serás mucho más productivo en tu trabajo y a medida que te vaya resultando más sencillo revivir estas escenas notarás que aumenta tu memoria y tu capacidad de absorción de conocimientos.

Si eres capaz de engancharte a esta práctica durante más de un mes y empiezas a notar sus beneficios...

Podrás extender esta meditación en el tiempo para empezar a generar tus propias emociones en situaciones de tu pasado que quieras cambiar o ajustar o prepararte para situaciones futuras que esperas vivir. Serás dueño de experimentar tu vida como desees y ganarás seguridad en ti mismo. Estarás preparado para visualizar y crear, y de eso hablaremos en otro artículo de meditaciones avanzadas.

Mientras tanto te animo a practicar, entender y dominar tu mente. No hay mejor manera de alcanzar la felicidad que sabiendo que la calidad de tus pensamientos define la calidad de tu vida. 

Te quiero mucho.

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Coach Marco Fernández