Hoy voy a hablarte del secreto de la auto imagen; esa que te creas de ti. De cómo te afecta en el día a día y cómo la sociedad de consumo trata de machacarla. Te voy a dar una serie de «tips» para cuidarla, moldearla y usarla en tu beneficio para transformar tu vida a mejor. Una información que puede ayudarte a vivir la vida que sueñas tener.
Como bien sabrás si eres seguidor/a de este blog, la mente es el vehículo que todo lo mueve y la herramienta más potente que tenemos a nuestra disposición. Según el punto de vista y la actitud con la que se enfrentan al día a día, dos personas con la misma agenda pueden visionar una alfombra roja sobre la que lucirse o un camino de ascuas sobre el que pasar de puntillas y a toda velocidad.
Tu apariencia es un reflejo de la auto imagen que generas de ti mismo en tu interior y, al igual que una agenda, la puedes modificar y visualizar a tu antojo. Veamos cómo funciona y a qué se enfrenta tu mente en la sociedad occidental moderna:
Somos creadores de nuestra realidad a través del pensamiento y de la palabra. A veces olvidamos esta cualidad divina de la que disponemos y la usamos inconscientemente de forma destructiva. Vivimos en una sociedad que nos empuja a ello constantemente a través de mensajes que atentan contra nuestra mente como una bola de demolición.
Eslóganes publicitarios te dicen que si ya tienes cierta edad te empezará doler la cabeza o los huesos, o que necesitas suplementos, o te venden cosméticos para tapar imperfecciones. Noticias con estadísticas sobre personas de más de treinta o cuarenta que padecen enfermedades o fatiga crónicas, grupos de jóvenes de menos de veinticinco con problemas de ansiedad, concentración, adicciones varias... Mensajes en los productos de consumo con carteles en letras mayúsculas advirtiendo: «Este producto mata, engorda, es adictivo, genera ansiedad, produce diarrea, náuseas, somnolencia…»
Hay un mensaje destructivo para ti pensado para que te acabe llegando y te lo creas. Son mantras negativos
El bombardeo es constante a través de la publicidad en posters, carteles, anuncios en redes sociales, plataformas de streaming, radio, televisión, prensa, flyers… Y al final los mensajes acaban calando. No importa en qué grupo de edad o género estés; hay un mensaje destructivo para ti pensado para que te acabe llegando y te lo creas, lo incorpores a tu realidad y te empuje a consumir, ya sea para evitarlo o para abrazarlo por negación.
Cuando te das cuenta, empiezas a generar pensamientos negativos sobre tu auto imagen: «Estoy mayor, tengo arrugas, no puedo afrontar mi día a día, cada vez me siento menos ágil, he cogido mucho peso, los demás me verán fatal, me duelen los huesos, debería dejar ésta o aquella droga, tengo ansiedad, tengo depresión, debería ir al médico, debería darme una satisfacción aunque me siente mal…» Date cuenta de que eres tú misma quien te está diciendo que te va a sentar mal incluso antes de consumirla. A veces incluso te exiges, te culpas, te recriminas a ti misma por hacer algo sobre lo que ni siquiera tienes control.
Estos pensamientos negativos transforman tu auto imagen; pasado un tiempo de repetirte a ti mismo todos estos mensajes se vuelven realidad; te sientes más mayor, te salen arrugas, te sientes cansado, te enganchas a productos que te sientan mal, empiezas a consumir cosméticos que no necesitas y te cuestan más dinero del que dispones, buscas enfermedades donde no las hay hasta que se vuelven reales, engordas… Son mantras.
No digas que no funcionan, te lo estás haciendo a ti misma cada día de tu vida. Te dices: «Estoy gorda, soy incapaz de adelgazar», «Estoy vieja, ya pesan los años», «Uff, ya no me muevo como cuando era un chaval», «Paso de cuidarme, total aún soy joven, puedo matarme un poco más», «A la mierda el futuro, total vamos a morir todos…». Son expresiones que adoptamos y nos decimos a nosotros mismos a diario hasta que se hacen realidad, somos nosotros quienes decidimos crear estas dolencias, estos futuros y estas necesidades.
Usa la fórmula que te doy, es muy sencilla
Y ahora que ya sabes cómo funcionan estos mantras y cómo estas grandes empresas de consumo los usan para manipularte para que consumas sus productos… ¿Por qué no los usas en tu beneficio y creas los tuyos propios?
Empieza cada día diciéndote «Yo soy…» y añade aquí el adjetivo que te guste, con todo detalle y cargado de amor, consciente de que te lo estás diciendo a ti misma. Yo soy guapa, yo soy joven, yo soy sabia, yo soy inteligente, yo soy fuerte, yo soy sano, yo soy feliz, yo soy sencillo…
Añádele detalles al mantra: «Yo soy sano porque sé cuidarme», «Yo soy feliz porque no necesito grandes cosas materiales», «Yo soy sabio porque no me creo las mentiras de la sociedad de consumo»… Elige lo que te guste o necesites, crea tu realidad, gánales en su terreno, que nadie te diga quién eres, sé quien tú quieres ser.
Levántate por la mañana y repite tus mantras, usa tantos como quieras, repítelos cada día, escríbelos en un papel dorado, dilos en voz alta o baja, repásalos en tu mente una y otra vez, mientras vas al trabajo, mientras entrenas en el gimnasio, mientras das un paseo… Sonríe, usa un tono de voz dulce, háblate con cariño… En pocas semanas experimentarás una gran transformación; te irás acercando a una nueva versión de ti mismo.
Usa la fórmula que te doy, es muy sencilla: «Yo soy». Elige ahora mismo cinco afirmaciones positivas que empiecen por «Yo soy», escríbelas y repítelas por la mañana cuando despiertes y por la noche antes de dormir. Es tu momento de crear y de creer en ti misma.
Procura alejarte de los mantras negativos, no empieces el día mirando las redes sociales, apaga el móvil por la noche, pon música que te guste, reduce el tiempo con la televisión, en poco tiempo los mantras de las empresas no tendrán efecto sobre ti, te habrás ahorrado cientos de euros en medicinas, productos de consumo que no necesitas, psicólogos… Date una oportunidad. Verás que los años pasan y sigues siendo joven, sintiéndote vital y que la imagen que tanto te has repetido en tus mantras se va haciendo más real… Tú mismo pondrás los pasos para que eso ocurra, buscarás el modo de que eso suceda. Habrás generado una nueva auto imagen mejor, más sana, más bonita, más limpia, más auténtica… Más feliz.
