Siglas, acrónimos… Siempre es divertido intentar imaginar lo que significan como cuando éramos niños y nos inventábamos las definiciones más absurdas. Os voy a dar dos pistas para elucubrar; se trata de un estado y viene del inglés. Y no, la A no es de association.
Aún hoy en día, cuando le digo a alguna persona que soy Coach se me queda mirando con dudas, sin saber lo que significa, o si lo saben o tienen una idea de lo que quiere decir me siguen preguntando: «pero coach de qué» quizá por eso suelo recurrir a decir lo que hago antes de etiquetarme como tal.
—Ayudo a las personas a alcanzar sus metas, superar sus fobias, traumas o dificultades o, simplemente, les enseño a vivir como les gustaría— Más o menos algo así, y si muestran interés les voy añadiendo algún detalle más o empiezo a preguntarles acerca de sus propias necesidades a ver si puedo echar una mano; no hay mejor explicación que un ejemplo en vivo.
Bueno, como ya tenemos una vaga idea de lo que es un coach, y si no siempre puedes echarle una ojeada a mi página de inicio donde me explayo más sobre esto, ahora quiero hablaros del estado de C.O.A.C.H. que es la actitud en la que el coach debe atender a su cliente.
El estado de C.O.A.C.H. es la actitud en la que el coach debe atender a su cliente
Para una sesión de coaching como Dios manda hay que estar 100% en el lugar y con el paciente, no se nos puede escapar ni un detalle, no solo de lo que nos dice si no también de su lenguaje corporal, tenemos que mantener la mente abierta y ser un faro en la niebla de las emociones de la persona a las que estamos acompañando.
Robert Dilts, uno de los mayores expertos en coaching de la historia, define en su libro Coaching: herramientas para el cambio el estado ideal para realizar dichas sesiones con las siglas C.O.A.C.H.
Centered; centrado, sin pensar en otra cosa.
Opened; abierto, dispuesto a meterte en la piel del paciente.
Attending with Awareness; con atención plena.
Connected; conectado, con empatía.
Holding; sujetando, tendiendo una mano, acompañando.
Como se puede entender a través de esta rápida «definición» del estado COACH la clave es conectar con la esencia del paciente sin filtros, tratando incluso de evitar los que se crea a sí mismo a modo de mapa mental para llegar a ponerte en su lugar y entenderle plenamente.
El estado C.R.A.S.H. hará huir a nuestros pacientes o alumnos
También va un paso más allá con el tema de las siglas definiendo el estado contrario al ideal para que no se nos pase por la cabeza caer en alguna de estas. Es muy gracioso, él lo llamó C.R.A.S.H y en su libro dice que si caes en alguna de estas harás que el paciente vuele, luche o se paralice. Lo que Dilts no dice es que esto también nos puede pasar a nosotros como Coaches, especialmente si atendemos a la A, jajaja. Si es que a veces nos cuentan cosas que harían correr a un cura, pero nunca hay que juzgar, ni evaluar… Veamos el ejemplo:
Contraction; contracción; hay que estar relajado pase lo que pase.
Reaction; reacción, no hay que reaccionar ante lo que nos cuentan de forma abrupta.
Analysys Paralysis; análisis, no hay que hacer juicios de valor.
Separation, separación, no hayque dejar al cliente solo emocionalmente.
Hurt and Hatered; herido, no hay que ofender al paciente.
Como en todos los ámbitos de la vida, es más fácil recordar lo que NO hay que hacer que lo que se debe hacer, en este caso además las siglas acompañan en español a la perfección en el CRASH, no como en el COACH que hay que ser un poco bilingüe para recordarlas todas.
Son dos «acrónimos» sencillos de recordar que vienen muy bien para tener en cuenta durante las sesiones. A medida que vas ganando experiencia y te vas metiendo en el estado adecuado durante más tiempo acabas llevándote ese estado a tu vida real, fuera de las sesiones y haciendo del momento COACH una realidad para cada minuto del día.
Aunque es inevitable, más a menudo de lo que me gusta reconocer, que acabe dando consejos, valorando, analizando y totalmente contraído de vez en cuando. Pero ya el universo me pone en mi sitio cuando pasa eso; es tan duro como darse de frente contra un muro. Quizá por eso el bueno de Robert Dilts lo bautizó como CRASH.