Cómo conseguir que el dinero entre a chorro y posicionarnos como prioritarios ante él.
Parece increíble que algo tan sencillo sea tan eficaz.
Es algo que cualquiera puede dejar resuelto en una tarde.
Y cuando digo cualquiera es que hasta tu abuela la que no sabe colgar tras la videollamada será capaz de entenderlo.
No hace falta ser un gran economista de Harvard ni el propio DiCaprio en el lobo de Wall Street.
Es tan sencillo como seguir un pequeño esquema, dejarlo programado y ya el dinero sabrá para siempre cual es el camino que debe seguir.
Primero la explicación y luego desgranamos el esquema.
Normalmente nos dejamos a nosotros mismos para el final.
Primero pagamos las deudas (hipotecas, préstamos…)
Luego los gastos fijos (alquileres, facturas…)
Luego las necesidades básicas (comida, higiene, ropa…)
Y luego si tal si queda algo después de todo ese esquilme monetario nos pagamos a nosotros mismos…
Y probablemente no de la mejor manera, comprando alguna chorrada que no nos haga falta o en hábitos nocivos que nos dejen resaca física, mental o emocional.
¿Qué mensaje estamos mandando al Universo y a nosotros mismos con ese orden de cosas?
Pues que somos el último mono.
Que para nosotros las sobras.
Que tarde mal y a rastro. Sin cabeza.
Y claro, luego la economía no crece, no hay un control, falta dinero y nos comen a impuestos ¿verdad?
Pues vamos a darle la vuelta a todo eso y mandar el mensaje contrario.
Digámonos a nosotros mismos que somos lo primero. Lo más importante.
Gastemos con cabeza. Invirtamos en nosotros mismos…
En salud, en belleza, en crecimiento…
O démonos caprichos como Dios manda.
Más vale hacerse un crucero de vez en cuando que 100 viajes al bar de la esquina.
Vamos a dividir el flujo del dinero en 5 pasos.
- Págate a ti mismo
- Separa tu ahorro
- Dona una parte
- Afronta los gastos
- Usa tu dinero para cosas que realmente lo merezcan (experiencias).
Págate a ti mismo
En cuanto cobres tu nómina o cuando entre el mes.
Antes de que empiecen a cobrarse las facturas (importante)
Separa la parte no imprescindible a una cuenta que uses para diario fuera de los gastos fijos.
Ábrete una cuenta online gratuita para eso, hay miles, usa la que más te guste.
Deja en la cuenta de los gastos lo necesario y un pequeño colchón para eventualidades.
Separa tu ahorro
Acostúmbrate a ahorrar un mínimo de un 10% cada mes.
Si puede ser más mejor, pero lo ideal sería que fuese un porcentaje fijo.
Para ello ábrete una tercera cuenta si no lo tienes.
También es interesante que te acostumbres a gestionar más cuentas y veas con normalidad el uso de varias entidades bancarias.
Dona una parte
Dedica un tiempo a buscar una ONG o cualquier causa que te llene y empatice con tu forma de ser.
Si lo prefieres puedes retirar el dinero en efectivo y usarlo de forma más directa o incluso crear tu propia iniciativa si es una cantidad importante.
Un 1% es un buen inicio. Tú decides lo que te vaya bien.
No importa si es mucho dinero o poco, lo importante es que sea un porcentaje fijo.
De esa manera te dices a ti mismo y al Universo que cuanto más ganes más gana todo el mundo contigo.
Afronta los gastos
Y ahora sí, lo inevitable toma su lugar. Das lo que te obliguen a dar pero cuando ya has cumplido contigo mismo y con la sociedad.
De esa manera tú tomas el control de tus finanzas y no te relegas a las sobras.
Usa tu dinero para cosas que realmente lo merezcan
A medida que vayas aplicando el flujo del dinero notarás que empieza a entrar más,
Casi va a parecer cosa de magia, como un súper poder.
Pero todo poder conlleva una responsabilidad (sí, como en Spiderman) y aquí es donde entra el hecho de merecerlo.
Trata de usar el dinero para cosas que te hagan sentir bien.
No busques la satisfacción instantánea ni la compra compulsiva.
Piensa bien antes de soltar la pasta que tanto te ha costado ganar y empléala en cosas que realmente sean satisfactorias al corto y al largo plazo.
En poco tiempo te darás cuenta de que has desperdiciado mucho dinero en compras absurdas que no disfrutaste y empezarás a gastar mejor.
Al cabo de unos meses te resultará fácil vivir por debajo de tus posibilidades, te habrás adaptado a seguir un orden en tus finanzas y notarás que ahorrar te resulta más sencillo.
Cuando la cartera empiece a estar cada vez más llena empezarás a notar un gusanillo.
Es probable que te vuelvas «coleccionista de dinero» y cada vez quieras que entre más.
De forma natural buscarás formas de que fluya más y mejor y a querer darle más rentabilidad.
Pero todo empieza con algo tan sencillo como seguir este esquema
Es un método científicamente probado y que puedes dejar programado en una sola tarde.
No requiere esfuerzos diarios ni buenos hábitos.
Tan solo es cuestión de decirle al dinero quién manda y él solo hará el resto.
Luego hay más métodos para que entre más dinero, más rápido y de maneras más creativas.
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