billetes de 20 euros y un estetoscopio

A menudo somos nosotros mismos quienes saboteamos nuestras propias finanzas. Si te ves reflejado en estas frases e influencias es que necesitas un cambio de patrón para que el dinero empiece a fluir como una cascada. Esta será la primera clave para salir de la pobreza.

Aunque puedas no ser consciente de ello tienes una serie de patrones grabados en tu subconsciente. Una serie de imágenes sobre ti mismo que definen quien eres, tus acciones, tus pensamientos e, inevitablemente, tu futuro más inmediato (a menos que tomes cartas en el asunto y cambies).

Según el principio de manifestación tu patrón o programación personal conduce a tus pensamientos, tus pensamientos te hacen sentir y definen tus emociones, y tus emociones serán las que motiven y arranquen tus acciones (e inacciones) y finalmente dichas acciones serán las que arrojen un resultado final en tu vida. Así que la clave será ir al principio de la cadena y analizar tu programación en el aspecto de las finanzas.

Programación Verbal

¿Te resultan familiares algunas de estas expresiones?

Es mejor dar que recibir
No se puede tener todo
Está podrido de dinero
Con muy poco ya me conformo
El dinero no da la felicidad
Pobre pero honrado

Si te resultan familiares, las usas a menudo, te definen de alguna manera o estás de acuerdo con alguna de ellas, es probable que tengas un problema de programación verbal. Llevas tanto tiempo oyendo este tipo de frases de gente pobre (de pensamiento, ojo), en los medios o tus círculos de amistad que las has interiorizado como verdades absolutas. Para que veas que no lo son voy a desmontar cada una de ellas con la lógica.

  • Es mejor dar que recibir. Imposible. Son exactamente iguales. No pueden existir la una sin la otra. Si no eres capaz de recibir, quien quiere dar no puede. Estás generando un conflicto emocional en la persona que quiere ser generosa contigo. Se planteará no volver a pedirte nada o no ofrecerte más bienes. De la misma manera si tú optas por sólo dar… ¿la persona que recibe de ti está haciendo mal?¿no te hace sentir mal por ella?
  • No se puede tener todo. Es un pensamiento muy de pobre el tener que elegir. Hay mucha  gente que tiene salud, dinero y amor, no han tenido que elegir, han trabajado sobre las áreas en las que han querido crecer y han alcanzado el éxito. ¿Si pudieras tener todo dirías que no y te quedarías solo con una o dos? Si la respuesta es afirmativa tienes un patrón de pobreza.
  • Está podrido de dinero. Esta frase es un claro indicador de envidia. El dinero no pudre a las personas a menos que no lo sepan manejar. Si te oyes a ti mismo decir esta frase es que en realidad deseas tener el dinero pero no sientes que lo merezcas así que concluyes en que es mejor que nadie lo tenga.
  • Con muy poco ya me conformo. La actitud conformista en la vida quiere decir que ya no te quedan ganas de crecer, que ya has conseguido lo que querías de la vida y has alcanzado todas tus metas. Es curioso pero la mayoría de la gente que conozco que usa esta frase cuando le pregunto si le gustaría que le tocase la lotería me dicen que sí. Conflicto de intereses, excusas para no ponerse en acción.
  • El dinero no da la felicidad. Efectivamente el dinero no da la felicidad, pero tampoco la quita. ¿Sabes lo que sí quita la felicidad? La falta de dinero. Cuando el dinero no llega para cubrir las necesidades o los deseos no nos sentimos felices.
  • Pobre pero honrado. Si te regocijas en tu honradez para excusar la falta de dinero y te enorgulleces de lo buena persona que eres, piensa en la cantidad de buenas obras y a cuánta gente podrías ayudar si tuvieras un poco más de dinero. ¿Cómo crees que te sentirías pudiendo ayudar a los desfavorecidos? Asimismo la frase parece implicar que sólo los pobres son honrados lo cual es una generalización cargada de connotaciones negativas.

cartera vacía

Como ves cualquiera de estas expresiones se puede contradecir fácilmente con la lógica; no son verdades universales. Son pequeñas líneas de programación que han ido calando en tu subconsciente; la programación verbal.

El problema es que la lógica no va a eliminar las emociones profundamente arraigadas en tu mente. Podría estar horas dando razonamientos bien hilados y tu programación seguirá intacta. Pero sigamos con otras influencias que han podido ser determinantes en tu patrón de pobreza o riqueza.

Programación por herencia

¿Cómo ha sido la relación con el dinero de tus padres, tutores o modelos de referencia?

En este punto trata de analizar cómo eran las personas que más han influido en tu infancia con respecto al dinero. ¿Eran tacaños o más bien manirrotos? ¿Derrochaban o sabían administrar bien su paga? ¿Había necesidad en casa, te compraban todos los caprichos? ¿El dinero era fuente de discusión o motivo de alegría?

Es curioso cómo los hábitos se van apoderando de nuestra mente incluso cuando no son parte de la realidad en la que vivimos. Muchas veces nuestras familias generan una serie de hábitos que se nos quedan grabados. Por imitación y por oposición.

¿Te suena esta frase?: «Quiero que mi hijo tenga todo lo que yo no tuve»

Es la típica actitud marcada por la influencia de los modelos de referencia. La falta de dinero o la avaricia de tus modelos te ha calado tanto que ahora, por oposición, quieres llevarles la contraria gastándote en tus propios hijos más de lo necesario. Este patrón y esta conducta suele ser la principal causa de problemas financieros en las familias hoy en día.

También por imitación, si tu padre o madre cuando cobraba tenía la costumbre de montar una fiesta, comprar regalos y llevar a toda la familia a cenar a sitios caros despilfarrando, será una costumbre que probablemente adquieras también de mayor y un hábito que «necesites» cada día de paga aunque luego te suponga un auténtico calvario llegar a fin de mes.

Los modelos educacionales con respecto al dinero: hacerte sentir culpable por pedir algo caro, no darle valor a las cosas o sustituir el tiempo de calidad con juguetes caros en vez de las atenciones que merecías pudieron haber sido decisivos en tu futura (ahora actual) relación con el dinero.

Si tu motivación por ganar dinero es la ira o el resentimiento hacia tus modelos de educación: mostrar tu valía, llevarles la contraria, miedo o rabia nunca encontrarás la felicidad en lo que ganes. Debes resolver la raíz del problema para liberarte de esta programación y seguir adelante de forma sana para alcanzar tu libertad financiera y tu equilibrio en el uso del dinero.

Programación por impacto

¿Has tenido algún incidente concreto que te ha marcado con el uso del dinero?

A veces nos encontramos con gente que vive miserablemente y, cuando mueren, se descubre que tenían fortunas ahorradas bajo el colchón, simplemente porque tenían sensación de angustia de cara al dinero y les avergonzaba usarlo o mostrar que lo tenían y lo podían disfrutar. Hijos de la guerra, que cuando mostraban un juguete o unas zapatillas eran agredidos o les insultaban y eso se les quedaba marcado hasta el punto de seguir con miedo a disfrutar de su dinero incluso en épocas de paz y estabilidad.

Otras veces son sucesos instantáneos, imagina que un día tus padres se peleaban por el dinero y a medida que la discusión subía de tono tú te sentías cada vez con más ansiedad. Durante la pelea te acercas a tu padre y de rebote te cae un grito o incluso una bofetada. Tu mente infantil buscará protegerse y en vez de culpar a tu padre por no tener autocontrol culparás al dinero. Dicha asociación es posible que haga que de mayor no quieras tener dinero y en cuanto lo recibas lo gastes para no tener que gestionarlo y no sea una fuente de conflictos.

Sé que suena de lo más absurdo pero la mente humana funciona de estas maneras y la lógica no puede imponerse ante las emociones grabadas en el subconsciente.

Analiza tu pasado, trata de descubrir si ha habido algún incidente que te haya marcado con respecto al dinero durante tu infancia. Tal vez descubras que esa manía que te hace derrochar o esa pereza que no te deja progresar en el trabajo vengan de alguna vivencia emocional que ha trastocado tu programación financiera y nunca te habías parado a pensarlo. 

Programación verbal, por herencia y por impacto. Estas tres influencias de las que te he hablado hoy son las más decisivas a la hora de establecer tu patrón financiero, pero hay muchas más. Programas para el éxito, para el fracaso, para la mediocridad, para saber gestionar tus finanzas, para querer salir de la pobreza o preferir vivir en ella…

Nos autoprogramamos para generar unos ingresos, incidir en una serie de negocios, nos etiquetamos como improductivos, vagos, emprendedores… Todo se puede programar.
Hay muchos métodos para ganar dinero que te podría enseñar: esquemas de flujo monetario, métodos de ahorro, fondos de inversión, diversificación de cuentas, ascender en el trabajo, generar ingresos pasivos, intereses compuestos… Incluso puedes encender velas doradas, meditar acerca de cómo entra el dinero, poner un estanque de peces dorados… Pero la base de todo está en tu mente.

Sanar tu mente, eliminar las influencias que te hacen sentirte pobre, aprender a reconocer tus límites y eliminarlos es el principio del cambio. A través de la PNL (programación neurolingüística) y otras diferentes herramientas de coaching podemos acceder a esa programación que lleva tanto tiempo instaurada en tu mente y cambiarla por una más productiva y adecuada a la realidad en la que vives.

Cambiar tu patrón de pobreza por uno de riqueza y abundancia es un proceso mucho más sencillo de lo que pueda parecer. La clave será recorrer los pasos que te han llevado a generar tu patrón actual en sentido inverso y hacer un click en tu mente que te permita ese cambio. Lo demás vendrá rodado y verás que es mucho más fácil de lo que habrías podido imaginar.

«Ser consciente es observar tus pensamientos y tus acciones de modo que en el momento actual puedas vivir eligiendo verdaderamente, en lugar de ser dirigido por programaciones del pasado.»
T.Harv Ecker

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Coach Marco Fernández